Si el verano pasado se ahogó un jóven camerunés, el viernes el Cantábrico se llevó la vida de un jóven marroquí de 16 años. El año pasado sucedió en La Salvaje, esta vez ha sido en Azkorri. Ambas playas se caracterizan por las grandes corrientes, aún en días de pocas olas.
Hoy he estado dando una vuelta por los acantilados de la zona y seguían buscando el cuerpo con helicóptero y botes.
No cabe duda de que hasta que la gente no tome conciencia de lo realmente peligroso que es el mar, seguirán sucediendo cosas como estas y más aún en estos meses en los cuales no hay socorristas. Claro que si hubiera sido bajamar y hubiera habido gente cogiendo olas, igual se le hubiera podido salvar, como sucedió el año pasado, salvándo un par de surfers al amigo del que se ahogó.
Ante esto sólo se puede pedir que la gente piense en lo que hace cuando se acerca al agua, ya que en un abrir y cerrar de ojos el mar te puede tragar.
saludos.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Qué razón tienes. La gente no se conciencia de los peligros del mar, sobre todo cuando parece que está casi en calma, cuando te coge y no te suelta... mucho respeto.
No siempre va a haber un surfista por ahí cerca.
Saluditos
Publicar un comentario